No es frecuente que nos acerquemos a los archivos históricos, a menos de que tengamos una intencionalidad de investigación. Sin embargo, la lectura directa de los materiales que ahí se encuentran, pueden resultar de interés para todas las personas. Los documentos, en ocasiones, nos parecerán extraños, y es que nos acercan a realidades, lenguajes y modos de ser diferentes. Esa “rareza” del pasado nos invita a problematizar nuestras formas actuales de hacer y de pensar, y a la reflexión de que éstas no son únicas ni permanentes, sino históricas. Para los historiadores actuales, no hay otra manera de acercarse al pasado, sino a partir de las preguntas que tenemos en el presente.
Ojalá que el documento que mostramos aquí sea una puerta para conocer el fondo documental en su totalidad, que encontrarás en el catálogo digital.