A través de ocho cartas y un discurso nupcial puede identificarse el procedimiento que siguieron Jesús María Sepúlveda y Luisa Chapa, residentes en San Pedro de las Colonias, Coahuila, para lograr su consolidación en matrimonio.
Las cartas aluden a las formas autorizadas en la época para realizar un cortejo amoroso e involucran a todas las personas que, bajo estas reglas, debían participar para que Jesús y Luisa pudieran relacionarse de manera oficial y posteriormente llegar al matrimonio.
De algunos comentarios en la correspondencia puede deducirse que ya se presentaban cambios en la manera pautas para que una pareja estableciera un vínculo amoroso, pues tanto Luisa como su padre advierten que ellos no admiten “formas anticipadas de relación”, ni están de acuerdo con el “sistema moderno”.